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El Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, se celebra el 28 de mayo de cada año, tiene como objetivo denunciar y hacer frente a diversas enfermedades y problemáticas que sufren las mujeres en todo el mundo.

Tuvo su origen en el año 1987, en donde mujeres se reunieron en una asamblea llevada a cabo el 28 de mayo conocida con el nombre de Red Mundial de Mujeres por los Derechos Sexuales y Reproductivos (RMMD). En ese momento las mujeres reclamaban que los programas se llevaban a cabo sin contar con su participación, mayor accesibilidad a la salud y la aseguración de métodos anticonceptivos.

A partir de ese año, la denominada Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe (RSMLAC), se dio a la tarea de lanzar una campaña mundial intentando hacer conciencia en la sociedad y para visibilizar más a las mujeres y niñas en todo lo que concierne a su integridad como un derecho universal.

El 28 de mayo de 1988 se conmemoró el primer Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres con el lanzamiento de la Campaña para la Prevención de la Morbilidad y Mortalidad Materna, coordinada por la RMMDR y LA RSMLAC; con el propósito de reafirmar el derecho a la salud como un derecho humano al que las mujeres deben acceder sin restricciones o exclusiones de ningún tipo.

El derecho a la salud está consagrado en tratados internacionales de derechos humanos y en las constituciones de países de todo el mundo, como el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966; la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer de 1979 y la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989. En México se regula en el artículo 4 de la Constitución Federal.

Sin embargo, el hecho de que se encuentre positivizado no asegura su garantía, algunos de los temas que se reclamaban en un inicio siguen sin solución y muchos otros han aparecido a lo largo de los años y todo esto debido al escaso conocimiento de la salud de las mujeres y sus necesidades actuales.

Existe una gran pregunta al respecto ¿Por qué cuando se habla de la salud de las mujeres y niñas siempre hay alguien que decide que es lo que importa en lugar de la propia mujer?

El congreso por el cual se tienen que aprobar las reformas, adiciones o creaciones de ley está compuesta en su gran mayoría por hombres, mismos que no tienen idea de lo que implica ser mujer en México, que deciden en qué casos y de que formas podemos decidir sobre nuestro cuerpo y nuestro desarrollo, que ponen limitaciones o situaciones específicas en las que podemos actuar, llevándonos al límite de tener que hacer las cosas por nuestros propios medios y, en ocasiones, terminan de una manera catastrófica.

A pesar de que se han tomado algunas medidas respecto a la paridad de género es bien sabido que las decisiones las siguen tomando los hombres que están por detrás de ellas, porque solo pusieron a esa mujer para cumplir con un requisito y no para dejarla ser libre en opinión y expresión.

Las mujeres desempeñamos un papel más complicado que el estereotipado.

Hay mujeres que son madres, mujeres que viven con VIH, que son lesbianas o transexuales, que viven con alguna discapacidad, que son niñas o que viven en entornos de violencia y abusos constantes, que son indígenas, mujeres que vivimos contextos distintos día a día y que nadie comprende mejor que nosotras mismas.

Independientemente de cuales sean las condiciones de cada una, todas tomamos decisiones respecto a nuestra salud, ya sea sexual o reproductiva, sin embargo, muchas mujeres no tienen acceso a servicios que les permitan llevar a cabo estas decisiones de manera informada y libre.

Es por eso que todos los años se organizan distintas campañas en temas como el aborto y los derechos sexuales y reproductivos, en las que participan diversas organizaciones y profesionales de la salud para hacer visible la dura realidad en la que lamentablemente muchas mujeres están inmersas y tratar de sensibilizar, de esa manera, a los gobiernos para logar cambios en la calidad de vida de las mujeres.

Las mujeres merecemos un futuro igualitario, libre de violencia, con derechos no solo reconocidos sino garantizados de manera plena y eficiente.

A fin de lograr esto, se necesitan a mujeres en todas las mesas en las que se tomen decisiones, con la participación y liderazgo pleno y efectivo, las mujeres somos fuertes, es tiempo de apropiarnos de nuestros espacios, de que nos dejen tomar las riendas sobre las decisiones de nuestro cuerpo.

Las organizaciones de mujeres han demostrado sus habilidades, conocimientos y articulación para liderar de manera eficaz, actualmente se acepta de manera más abierta la aportación de perspectivas, opiniones y habilidades que contribuyen de manera indispensable en las decisiones políticas del país, incluso algunas de ellas trabajan de la mano con programas del gobierno enfocados en la salud de las mujeres.

Es por todo esto que este 28 de mayo en lugar de celebrar algo inexistente, hagamos conciencia sobre las necesidades de todas nosotras y la manera en la que, desde nuestras trincheras, podemos hacer el cambio día con día.

Naomi Montserrat Ramírez Mayorga, es estudiante de derecho en la FES Acatlán de la UNAM, actualmente colabora en el área jurídica de ASILEGAL

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